Recuerdo que entre aquella penumbra existía un poco de luz: un simple juego de sombras inquietas que intentaban apagar aquella luz. Los momentos son tan ajenos al portador que aveces pareciera que nunca los vivió, pero entre lo espeso de la nada siempre cabe volver la vista atrás, aunque sea por curiosidad.
PD: ¿Recuerdas sempai?